el arcón (ahora, pero hace tanto...)

Pulsión de vida en todos lados,

en el sol insidioso de esta Buenos Aires pesada,
en la pantalla de la computadora llena de números y planillas que se ilumina con palabras verdaderas de a ratos,
en las manos que cosecharon la yerba del mate que me estoy tomando.
Pulsión de vida en las decisiones difíciles,
en la balanza en equilibrio perfecto, agobiante de tanta ecuanimidad,
en la malla difusa, entramada, inentendible de los amores, los deseos, las posibilidades, el horizonte, el pasado, lo porvenir,

besito tímido el de los espadachines llamados azar y voluntad,
descarado el efecto mariposa sin embargo

abiertos ojos grandes de pez desorbitado, nadie nos enseñó, nadie nos explicó, esto no se aprende en un manual, ni en una charla, ni en nuestra amada literatura

nadie más que uno mismo, en la sola soledad de vivir en el mundo, en este mundo...

Pulsión de vida en tu modo de mover las manos,
en tu hablar cantado,
en tus enormes ojos de tragar vida,
en tu buscar, siempre un poco más allá,
en tu ímpetu,
en tu piel sensible, tan cerca el corazón y las emociones.

Mal que me pese, bendigo a esta cosa virtual que nos acerca.



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