Como un diente de leche balanceándose, como plumas
alborotadas en una almohada, como melodía brotando de una trompeta lejana, como
un sol, un viento, una sombrilla.
Como las ruedas toscas de una carreta, como la fruta al
fondo del saco, como abejas merodeando el panal, como una firma, un arroyo, un
caballo.
Como la tradición nunca contada, el rito no practicado, el
cuento inédito y esperado. Así te hacés ver. Velado y presente, ilusión y
certeza, texto y subtexto.
Sobrevolás el mar, y ya no volverá a ser el mismo.
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