
tomando
un taxi en Lima de camino a una Conferencia en una ciudad sin sol en la
que se siente sola y sin ganas de pensar en nada.
Mientras
yo sólo las contemplo
Y
las completo.
Una.
No
sé por qué, nunca supe bien por qué me subí a ese avión.
Quién
era el tipo que se casaba? Qué carajo me importaba que un energúmeno
más, con su energúmena, fueran a cumplir el pulcro y maniatado ritual de
mirarse a los ojos para prometerse lo que nunca iban a cumplir, lo que ni
siquiera habían soñado nunca.
Por
qué? Por qué me subí a ese avión? Y no sólo eso, por qué antes deambulé
posesa por toda la ciudad buscando los zapatos que combinaran sutil y
perfectamente con la tela de mi vestido, por qué no me senté a hablar con
Dolores, que me esperaba del otro lado del océano a cinco horas de diferencia,
encuentro pautado como nunca, e incumplido, como siempre. Por qué fui la más
linda de la fiesta? Por qué oculté perfectamente mis ojeras de angustia, de
sopor existencial, de aburrimiento?
Porque
Julio, cien veces Julio, mil veces Julio me toma de la cintura y me respira al
oído.
Otra.
No
sé por qué, nunca supe bien por qué fui a esa conferencia.
De
qué hablaban esta vez en la megauniversidad? Qué carajo me importaba
que un energúmeno más, con su coro de energúmenos, fueran a pronunciar un
pulcro y maniatado discurso sobre la importancia de la ética en la
investigación científica, mentira de mentiras, todos sabemos lo que pasa, cómo
se otorgan las becas, los premios, los Honoris Causa.
Por
qué? Por qué me subí al podio? Y no sólo eso, por qué antes deambulé
posesa por toda la ciudad buscando los zapatos que combinaran sutil y
perfectamente con la tela de mi tailleur, por qué no me senté a hablar con
Rebeca, que me esperaba del otro lado del océano a cinco horas de diferencia,
encuentro pautado como nunca, e incumplido, como siempre. Por qué fui la más
estricta de los oradores? Por qué oculté perfectamente mis ojeras de angustia,
de sopor existencial, de aburrimiento?
Porque
Máximo, cien veces Máximo, mil veces Máximo me toma de la cintura y me respira
al oído.
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