martes, 9 de marzo de 2010

Días de Santiago

(ver la película)

Santiago mira buscando y huyendo al mismo tiempo.
Santiago cree en lo que ya no existe o en lo que tal vez nunca existió.
Santiago se siente defraudado por aquellos en los que creía.
Santiago entiende que una vida no puede no ser ordenada, y que ese orden hay que conversarlo.
Santiago quiere comprar una heladera en un negocio en el que hay decenas de heladeras en fila, y no le dan crédito para que pueda comprarla. Le están vetando la confianza en que es capaz de conseguir 33 dólares al mes. Alguien decide retirarle esa confianza, Santiago no es confiable. Por qué?
Santiago nació y creció en la pobreza. Pobreza hasta de palabras. Nada ni nadie estaba en su lugar. Y él es responsable de eso?
A Santiago le dijeron que existía lago llamado la patria del Perú y que él teniá un lugar en esa cuna. Peleó, dio su tiempo y arriesgó su vida por defender una quimera que finalmente no lo cobijaba.
Santiago imagina más de lo que hace. Actúa y habla en soliloquio pero la urbe lo acosa, le cuesta, lo vulnera.
La puta Lima lo envuelve.

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